viernes, 24 de febrero de 2017

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La etapa de apareamiento de los osos panda ocurre entre los meses de marzo y mayo y solo dura entre uno o cinco días, por lo que ese único encuentro entre machos y hembras es fundamental para garantizar la supervivencia de la especies.
Sin embargo, deviene en una alerta, que en no pocas ocasiones ese anhelado encuentro no sucede debido a lo diezmada que se encuentran las poblaciones. Y es que suele suceder que a veces las edades entre unos y otros son muy dispares o las hembras aun tienen crías.
Cuando varios machos acuden en busca de una hembra en celo, estos suelen enfrentarse, para que posteriormente el vencedor permanezca varios días junto a la hembra y se aparee con esta.
Por lo general, el nacimiento de los pequeños pandas sucede tras un embarazo de entre 100 y 160 días, cifra que dependerá del momento en el óvulo se implante, lo cual ocurre generalmente entre 45 y 120 días. De tal forma, agosto y septiembre suele ser los meses en que las madres dan a luz.
Generalmente una hembra suele tener dos cachorros, en algunas ocasiones nacen tres pero solo suelen sobrevivir dos de ellos. Generalmente, al nacer los pequeños suele pesar 100 gramos y emite constantes chichillos para hacerse percibir por la madre y no quedar aplastado.
Hasta que los cachorros abren los ojos, a eso de las siete semanas, la madre no sale a alimentarse, por lo que suele dormir más de 20 horas y amamantar a los pequeños al despertarse. Cuando el osezno abre los ojos, la osa deberá salir a comer para recuperar fuerzas.

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